Soñar despierta

Parar el mundo a tu alrededor por unos momentos. Sentir tu mente dejarse llevar y volar, fuera, en el cielo. Rozar las nubes con las puntas de los dedos. Ser capaz de liberar tu interior y flotar, aunque sea unos segundos. Dejar que la imaginación y la fantasía cruce por tu cabeza como flechas ardientes que calientan tu interior. Ver cosas que nadie ve, sentir cosas que pocos sienten. Sentir como tu mente se paraliza queriendo decir algo que no sabes expresar, pero seguir intentándolo. Dejar que tu mente sea la que manda. Tomar las decisiones por ti misma, por muy rota que te sientas. Olvidar. Olvidar todo lo que te ha hecho daño y dejarlo atrás. No tener que dar excusas de nada. Escribir un nombre.
- Ximena, ¿estás copiando los dibujos de la pizarra?
Desmoronarse.
- Sí, Julio. Ahora voy.