Recuerdos olvidados.

Ayer me pasó algo que hace tiempo que no me pasaba. Algo que me vacía por dentro, dejando mi alma desnuda. Ayer, me demostré a mí misma que sigo siendo la misma chica incomprendida de hace años. Tratando de conciliar el sueño, puse mi música a todo volumen. Mi mente estaba intranquila, y mi cabeza delirando. Hasta que llegó ésa canción. Mis ojos se prepararon para lo peor. El comienzo, simplemente el comienzo, ya me hacía sentir algo en mi interior. Me sentí como aquella niña pequeña que no tenía ni la remota idea de qué hacer con su vida. Me sentí sola. Rompí a llorar en cuestión de segundos. Lloré, dejé que las lágrimas se derramasen como torrentes por mis mejillas. Maldecí una y otra vez la condenada canción. Pero no podía dejar de escucharla, de arrancarme la garganta cantando mi parte favorita. Una vez que acabó, respiré hondo. Mis mejillas estaban sendas de lágrimas, pero mi alma se encontraba impermeable. Estaba libre, al fin. Todo aquello había pasado a formar del pasado. Ésto era lo que necesitaba.