No depende.

Pensándolo bien, ¿de qué sirve el amor? Solamente nos engaña, crea una película invisible alrededor de nosotros que nos hace creer que podemos ser felices a pesar del mundo en el que vivimos. Somos demasiado ingenuos.
El amor nos debilita, nos subordina a un ideal que tenemos por la persona que amamos. Un ideal que ni siquiera existe. Un ideal que no incluye todos los defectos de aquel que nos "protege". Sin embargo, esa protección no existe. Más bien, es como un cuchillo cerca de tu cuello. Un paso en falso, y te mata. Te destruye. El amor pocas veces tiene un buen resultado; acaba por derrumbarnos. 
A lo largo de mi vida, he ido aprendiendo a querer menos a los demás, y a quererme más a mí misma. ¿Por qué? Porque la única persona en el planeta que puede salvarte eres tú mismo. Nadie más. No puedes depender constantemente de los demás para ser feliz. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario