¿Quién soy yo?

Nosotros, los humanos, nos empeñamos en desenredar las entrañas de la vida. En buscar significado a aquellas cosas que no conocemos, a las cosas que mantienen un halo de misterio irresistible. Oh sí, esa sensación de haber descubierto algo nuevo, algo que nadie más sabe. Nos encanta sentirnos superiores.
Quizás por eso las personas se empeñan en probar cosas nuevas. En disfrutar del dulce sabor de lo imposible, lo arriesgado. Es un estado de éxtasis que no se puede superar. Como volar por encima de las nubes. 
Sensaciones nunca vividas... Sí. Ahora es cuando nos ponemos a recordar todas aquellas sensaciones que nos hicieron sentir únicos. Conseguir algo que creíamos fuera de nuestro alcance. Lo recuerdas ya, ¿verdad? Ese sentimiento de superioridad; sobrehumano. Como si pudiéramos hacer todo lo que nos propongamos. Así suena como algo sencillo, pero cuán difícil es llegar a éste punto de felicidad. Tardamos años en experimentarlo. Años luchando para conseguir un segundo de plenitud. 
¿Imaginaste que algún día llegarías a tener en frente a aquella persona? ¿Que sus brazos te rodearían? ¿Que saborearías el dulzor de sus labios tras su mirada socarrona?
Ambos sabemos que no, que nunca lo imaginaste. Porque en el fondo, sin saberlo, todos somos capaces de conseguir hasta lo más inesperado, con esfuerzo, tiempo, y paciencia. 
Puede que aquello no dure mucho, puede que luego tu vida pueda parecer un poco peor que antes. Pero nunca te arrepentirás de ello. Esa sensación de conseguir lo imposible... No la cambiarías por nada.

- Vamos a jugar a un juego. Yo te consigo y tú te quedas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario