Algo

Me siento reconfortada.
He pasado una larga temporada sin necesitar escribir nada. Sin necesitar plasmar mis inseguridades y mis miedos en ningún lugar que me demuestre que son reales, que no existen solamente en mi imaginación. 
En cierta manera, escribir hace que convierta en una realidad aquello que se me cruza por la mente, que me taladra el pensamiento y no me deja continuar. Como si de esta forma se convirtiera en un escalón más para subir más y más. 
Pero se mejor que nadie que nunca dejaré de necesitar esto. Siempre me esfuerzo en pensar en las cosas que me rodean, y más importante las que están cerca de mí. "Cerca".
La distancia siempre ha sido un tema muy importante a lo largo de mi vida. La lejanía a lo más cercano. La impotencia de no poder abrazar a quien más necesitas sentir en la piel. 
Sin embargo, he aprendido a tolerar esta distancia y a asumirla como parte de mi vida. A tener que limitarme. No tengo otra forma de vivir de forma cómoda. Y, haciendo esto, es de la manera en la que he logrado sentirme... Feliz. 
Son constantes como la soledad o la distancia las que se me clavan más adentro. Las que hacen que mi cerebro no deje de funcionar, buscando soluciones a lo imposible. Pero siento que cada día, se van haciendo más pequeños, mientras yo voy creciendo. Como si mi propia vida fuese quitándole espacio a lo demás para hacerse su merecido hueco en lo que es el baúl de preocupaciones que me han acompañado a lo largo de toda mi vida. 
Me he cansado de las acciones vacías. 
De no luchar por mí misma. 


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