Apaga las luces.

- No me puedo creer que todavía no entiendas por qué aún recuerdo su sonrisa en mis peores momentos. ¡Parece que no me conoces, Morgan! Él me enseñó a sobreponerme. A olvidar lo que los demás pudieran decir y a ser yo misma. A convertirme en una persona mejor. Gracias a él aprendí que el centro de mi vida no es nadie a mi alrededor; soy yo. Me acuerdo de una frase que me dijo... "Eres una estrella, grande y luminosa, alrededor de la cual giran todos los aspectos de tu vida. Tú eres la que controla si darles calor o frío. Eres tú.". Y tenía razón. Soy yo la que tiene que elegir lo que está bien o está mal... El caso es que él me enseñó a vivir de una manera diferente... Y por eso me acuerdo de él. Por eso no quiero olvidarle, Morgan... Me 
enseñó a ser feliz. ¿Lo comprendes ahora?




- Resulta gracioso lo fácil que es hacer que estás aquí cuando te fuiste hace... ¿Cuánto tiempo era?

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